Este curso gira en torno a una idea principal: todos tenemos la capacidad de elegir nuestro estado emocional ante las dificultades del día a día, y esta habilidad tiene una relación directa con el bienestar y la calidad de vida. Para ello, es un paso imprescindible mejorar la relación con nuestras propias emociones, sean agradables o desagradables. Poder expresarse pasa por saber emocionarse.
Mejorar la gestión de las emociones, nuestra manera de interactuar con ellas, nos permite también mejorar la relación con nosotros mismos y con otros, crecer con las dificultades en lugar de sobrevivir a ellas.
Para conseguir este objetivo, entrenaremos de manera práctica diferentes competencias emocionales a la vez que gestionamos situaciones cotidianas que pueden generar dificultad; aprendiendo a atender e integrar las emociones en el momento que aparecen, a utilizar la información emocional para tomar decisiones conscientes y a mantener los objetivos (más allá de los imprevistos, las emociones desagradables o las decepciones).
¡Nunca dejes de aprender!